Hay costumbres o tradiciones familiares que nos identifican y nos dan un sello propio, como por ejemplo, la torta de cumpleaños, los asados compartidos, el árbol de navidad y seguramente muchos más.
En los pueblos y ciudades de nuestro país también hay tradiciones como los desfiles del 9 de Julio, festejos de carnaval, la fiesta de la vendimia, etc.
Hubo un escritor argentino que supo transmitir como ningún otro los sentimientos y el modo de vida de nuestros gauchos, personajes típicos de nuestras pampas.
Este escritor fue José Hernández, nacido un 10 de noviembre de 1834. Por eso en homenaje a él, todo el país festeja hoy, el “Día de la Tradición”.
Es cierto, ya no hay gauchos en nuestros campos, sin embargo persisten en nuestros paisanos casi todas las tradiciones gauchescas: el divertido juego del truco, las payadas, las domas de potro, el pato, que aunque no muy practicado es nuestro deporte nacional.
No podemos olvidarnos del mate, invitación a la charla cordial, símbolo de afecto y fraternidad.
Debemos defender nuestras tradiciones, creencias y costumbres, las heredadas de los gauchos y las practicadas en distintas regiones.
Tener presente o apreciar las manifestaciones de otros pueblos no significa postergar o rechazar lo nuestro. Al contrario, nuestro pasado, forma parte de lo que somos hoy, y evocarlo, respetarlo y vivenciarlo constantemente, es un modo de sentirnos más hermanos entre todos los argentinos.
María Fernanda