Un software fue el disparador para lograr que los chicos realicen diferentes actividades.
A partir de una lista de animales, cada alumno eligió aquel que le generaba más curiosidad. De acuerdo a la elección, se armaron parejas de trabajo; cada integrante averiguó los datos más relevantes sobre el animal elegido y luego comenzaron a escribir un texto poniendo especial atención a la escritura y a cómo armaban los párrafos. Después de varios borradores se llegó a la versión final.
Finalizado el trabajo practicaron la lectura del texto y una vez seguros, otra pareja los filmó junto al animal elegido que aparecía, en la película, en 3D (realidad aumentada).
Para terminar, se visualizaron las filmaciones en la pantalla y cada alumno evaluó su lectura, reconociendo sus fortalezas y aspectos a mejorar.